miércoles, 3 de julio de 2013

Un repostero debe ser habilidoso con las manos y con la mente

Recientemente me escribió Gabriela por facebook. Ella pertenece a una red de amigos relacionados al excursionismo, resulta que pronto cumple años uno de los chicos de esa red y ella quería regalarle una torta coqueta. Lamentablemente no vivimos en la misma ciudad y no podía pedirme la torta a mí, su cuñada aparentemente hace lindas tortas pero les quedan incomibles (Yo la mandé a revisar mi publicación de Sabor, Textura y Presentación que ustedes pueden ver mas abajo jiji).

Resulta que en la casa del cumpleañero todos están a dieta y la torta mas que ser un postre de cumpleaños sería un detallazo de cumpleaños porque la torta debería ser pequeña pero muy especial: algo que denotara la pasión del cumpleañero por la montaña.

Como la mayoría de los clientes, Gabriela no sabía mucho sobre tendencias en decoración de tortas y no dudó en consultarme ¡ella estaba vuelta un desastre!, además creo que el presupuesto era limitado porque resulta que la niña compró un cupón de descuento donde le ofrecían una torta pequeña rellena con arequipe o chocolate y decorada según la preferencia del cliente, pero Gaby no tenía preferencias...simplemente sabía que quería algo especial cuyo tema estuviera relacionado con el excursionismo.

 En principio le sugerí que buscara a alguien que modelara y que pidiera un "muñeco" que se pareciera al cumpleañero con sus accesorios de excursión preferidos: morral, bastón, entre otros y que el repostero le tallara una torta versión miniatura de la montaña preferida del cumpleañero. Obvio, esto es un trabajo que hay que hacer con antelación y conociendo de antemano los trabajos previos del repostero; hasta este momento yo no sabía que la torta iba a ser comprada con un cupón y creo que este trabajo no estaba incluido.

Luego ella me preguntó sobre unas fotos en la torta, obviamente se refería a las hojas de arroz; a lo que sinceramente le dije: yo no soy muy partidaria de las hojas de arroz a excepción de para dar algunos detalles a la torta o para fiestas infantiles pero bueno. Entonces para hacer la torta diferente se me ocurrió que podía seleccionar una foto de una montaña y tallar la torta con la forma de la montaña y colocar algunos detalles en relieve sobre la foto como árboles o agua si había alguno de esos dos elementos en la fotografía usada, por aquello de que la torta debía ser especial y no simplona.

 Como la opción que iba ganando era la hoja de arroz (por lo del presupuesto) se me ocurrió otra idea... Imprimir la hoja de arroz con alguna pintura o fotografía y que la torta rectangular simulara el marco de un cuadro o portaretrato según fuera el caso. Lamentablemente la torta no la iba a hacer yo así que ella tenía que consultar con el repostero que la iba a atender a ver qué era capaz de hacer. Lo cierto es que generalmente las personas no tienen suficiente imaginación para saber todo lo que se puede hacer en repostería, es labor del repostero aportar ideas y es labor del cliente dejarse asesorar y permitir que el repostero le de rienda suelta a su imaginación, puesto que cada torta debería ser única no se verá el resultado hasta tener la torta en las manos.

Aún no sé cómo le fué a Gaby pero ayudarla me dió algunas ideas para desarrollar posteriormente. Una torta única e irrepetible no es más que el resultado de un arduo de imaginación. Así que el trabajo de un respostero además de tener habilidad con las manos y conocer recetas es entrenar su mente para que esté abierta a innovadoras ideas.

Otra cosa que se me olvidaba: La fase de diseño de un proyecto forma parte del trabajo del repostero, tus ideas valen y mucho. Hay cosas que se pueden compartir y otras que no. Aún así, si tienes algún proyecto en el cual te haya costado concebir la parte de diseño y deseas compartirlo no dudes en comentarnos cómo te fué.

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